Fomentando el diálogo a distancia

Hace unas semanas, los integrantes de CAI elaboramos una actividad que a pesar de que al principio me pareció un poco absurda, al realizarla me convenció de ser una actividad sumamente enriquecedora y sobre todo útil, interesante, divertida y que nos abre puestas fascinantes.
La actividad consistía en establecer contacto, vía correo electrónico, con algunos investigadores que compartieran la línea de nuestros trabajos de investigación. Yo, como toda buena jóven que aún no asimila la potencialidad que nos ofrecen las Nuevas Tecnologías, o TICs, como algunos las llaman, no entendía la finalidad de mandar un cuetionario, al cual consideraba pobre, a sujetos que no saben de nuestra existencia y que seguramente conocerla no entraría en sus intereses. Sin embargo, esta actividad me brindó una gran lección, a nivel epiestemológico y existencial.

Y afirmo lo anterior, ya que al darme cuenta de lo errónea que estaba en mi posición, entré en un análisis acerca de cómo me veo, y por tanto cómo actúo, y de qué manera mi visión cerrada me lleva a conseguir siempre los misms resultado, ya que finalmente con mi actitud lo que reflejo es el deceo de que las cosas me resulten así. Cómo me veo y veo el mundo, es cómo me relaciono con él y como finalmente lo vivo.

Y es que a unas horas de haber mandado los correos, en mi bandeja empezaron a llegar respuestas dede Colombia, Sevilla, Senegal y claro, de México. Este acontecimiento me sorprendió y me dí cuenta de tres cosas básicamente.

Que al verme como estudiante, estoy buscando justificar mis errores culpando a los demás de menospreciar el trabajo académico, cuando realmente soy yo la misma que menosprecio lo que hago.

Que las nuevas tecnologías pueden tener grandes contras y que algunos usos que se hace de ellas pueden ser ampliamente criticables, sin embargo, en lo personal me ofrecieron la oportunidad de darme cuenta de que en el mundo los investigadores ya no sólo hablan de nuevos paradigmas, sino que los viven ya, y por ello están abiertos a darme la oportunidad de "empezar a existir" ya en Colombia, Sevilla, Senegal, etc., porque a palabras de un profesor mío "lo que se comunica es lo que existe".

Y que finalmente, esta forma de comunicación nos puede brindar gran ayuda a los investigadores en general, formando reder de intercambio de información y conocimientos, y para los estudiantes, les puede servir de herramienta para sus trabajos de tésis.

Cierro este comentario con la invitación de que todos aquellos que lleguen a tener acceso a éste, prueben este experiencia y que siempre traten de ver el mundo con la capacidad de segurise sorprendiendo, como yo lo intentaré.